jueves, 25 de abril de 2013

Vuelta a la Sierra del Mencilla

Tras una semana de vacaciones donde he aprovechado a rodar con la bici, retomo la rutina laboral. Pero ya desde el lunes que me empiezan a llegar comentarios de la ruta que se está programando para el siguiente sábado. No dudo en salir de dudas y al día siguiente hacer una preguntas y efectivamente, los rumores que habían llegado a mis oídos eran ciertos. Parece ser que nos vamos a acostumbrar a hacer rutas de largo recorrido en las que superar los 100 kilómetros, y si  hace unos días hicimos una de 118, ahora proponen hacer una de 130 km. Creo que a mis compañeros se les ha ido la cabeza por completo, pero tengo una duda, quien es el que está peor, ellos por proponerla o los que les siguen, en fin, creo que todos. No obstante pregunto el itinerario a seguir para así poder preparar algo sobre la ruta.
La fecha se va acercando y el nerviosismo se palpa en las personas que valientemente hemos decidido a emprender este largo y duro viaje. A última hora se decide el llevar un coche de apoyo hasta Palazuelos de la Sierra, localidad por la que pasaremos dos veces, una a la ida y otra a la vuelta y así poder usar. En una ruta de estas características la logística y el saber llevar las cosas para que todo salga bien es fundamental. Se decide quedar a las 8 de la mañana en el barrio de Cortes donde puntualmente todos nos damos cita en la plaza y es que somos La mañana es fría, pero sabemos que hoy será el primer día que disfrutemos de la primavera montados en nuestras máquinas. Ataviados con la vestimenta de invierno y con las mochilas llenas de ropa y alimento emprendemos nuestro camino. Nada más salir de Cortes cogemos el camino del destierro del Cid, el ritmo es suave, hay que calentar músculos, aunque los que hemos subido desde la ciudad ya hemos calentado, pero hace falta más y no exigirse demasiado que el día será largo.
Vamos comiendo metros y los primeros kilómetros se van sucediendo, así llegamos a las inmediaciones del monasterio San Pedro de Cardeña, ya conocido por todos. Toca rodar por pista y aunque el ritmo se empieza a incrementar se alcanza una velocidad constante y llevadera por todos. Pasamos la casa del montes sin problemas con los dichosos perros y seguimos adelante. El terreno está bastante más seco de la última vez que vinimos por aquí, pero aún así hay zonas donde no sabes por donde ir debido a los grandes charcos. Nos acercamos a un pequeño salto con el estado del terreno bastante mal y cual es nuestra sorpresa, 6 mastines ladrando salen a nuestro encuentro. La verdad que no se acercaron demasiado y pudimos pasar sin problemas. Fernan y yo comentamos al grupo el estado tan malo del robledal de Palazuelos y se decide salir ala carretera un par de kilómetros antes para evitar ese lodazal.
En la fuente de dicha localidad hacemos un alto para comer algo y reponer agua y también para despedir a un compañero que se nos da la vuelta por compromisos personales y no pude demorarse mucho para volver. Vemos el coche de apoyo el cual aprovechamos para dejar algo de ropa, pero solo la justa ya que, aunque haga sol la temperatura todavía es baja. Retomamos nuestro viaje para empezar a rodar un poco por carretera con la intención de hacer kilómetros y no endurecer más la ruta, pero la carretera tiene su miga, ya que es un constante subir y bajar. Así pasamos por Villamiel de la Sierra y poco después llegamos a Tinieblas de la Sierra donde de nuevo tenemos contacto con la tierra de los caminos. Al comenzar a subir decidimos hacer un alto y empezar a desprendernos de ropa debido a que la temperatura ya ha subido considerablemente. Seguimos comiendo kilómetros y nos adentramos en una zona boscosa de robles los cuales has sido podados no hace mucho. Otro alto en le camino hace que descansemos de nuevo y así podamos comer algo a orillas de un pequeño arroyo formado por el deshielo y las últimas lluvias caídas.
Una alimentación e hidratación es fundamental para prevenir cualquier dolencia. Tras unos minutos de relajación seguimos nuestro camino. Pocos minutos más tarde comenzamos a tener serios problemas con el terreno. Han instalado una nueva vaquería en las proximidades del camino y el ganado lo ha dejado echo una porquería, por el que no puedes ni rodar y menos andar ya que te quedas pegado al suelo y el olor es insoportable. tenemos que buscar el camino dentro de lo que cabe en mejor estado para poder seguir avanzando. Nos encontramos rodeando Iglesiapinta por el monte, así nos evitamos el tener que descender al pueblo y volver a subir, pero no nos libramos de la subida que se empieza a divisar delante de nuestras narices. La subida al principio tiene una fuerte pendiente y el terreno se encuentra con mucha piedra y en un estado complicado, pero solo son varios metros, los que se salvan como se puede. Desde aquí comienza una subida empinada con algún pequeño y corto respiro que hace que el grupo se divida y cada uno opte por subir a su ritmo los más fácilmente posible.
Una vez reunidos arriba se retoma de nuevo el camino con un descenso rápido pero la alegría dura poco cuando de nuevo se vuelve a poner cuesta arriba. Esta vez vamos rodando por una pista ancha y de buen firme lo cual se agradece para que dentro de lo que cabe cueste menos dar pedales. Tiene menos pendiente que la rampa anterior pero aún así todo cansa. Llegados al final de la subida se decide desviarse un momento del camino señalado para así subir andando por una piedras y disfrutar de las vistas. Es la hora de descender lo subido, pero lo bueno siempre dura poco y a gran velocidad vamos descendiendo del monte hasta llegar a la carretera que nos hace ver nuestro punto de destino, Riocavado de la Sierra. Vamos en busca de la cantina del pueblo donde hacemos de nuevo un alto para ahora sí, poder comer algo y relajarnos un poco a la sombra de los árboles.
Tras un parón donde hemos podido descansar, reanudamos la marcha con la intención de buscar la vía verde de la demanda, pero a los pocos metros nos damos la vuelta para buscar un atajo, el cual sus rampas fuertes hacen que se vaya notando el cansancio en las piernas. Llegados a la vía verde comenzamos una leve ascensión. Al llegar a un punto donde se debe cruzar la carretera se decide subir por ella para así quitarnos las fuertes rampas y el mal estado del terreno que tiene, y tras unos kilómetros al sol llegamos a la altura del puerto del manquillo con sus 1400 metros de altitud sobre el nivel del mar. Nos detenemos un rato para volver a reagruparnos ya que el grupo va muy dividido y podemos contemplar la belleza del terreno. Una vez reunidos todos cogemos de nuevo la vía verde para descender con plato grande hasta Pineda de la Sierra, donde nuevamente hacemos un alto en la cantina del pueblo.
En este punto tenemos que decir adiós a 3 miembros del grupo que han decidido bajar por la vía verde hasta Arlanzón y así no endurecer más la ruta. En cambio los otros 4 restantes todavía nos queda un escollo importante que salvar y es que a los dos kilómetros de salir de Pineda giramos a la izquierda para comenzar a subir de nuevo. Las rampas no son muy duras, salvo en alguna ocasión en la que hay que sacar todo lo que nos queda dentro para seguir adelante. El suelo está muy roto debido a la gran cantidad de agua caída que ha hecho cárcavas por todo el camino. Una vez arriba comienza un descenso un tanto complicado porque hay unas curvas cerradas con mucha piedra que vayas por donde vayas la bici va por donde quiere. Rodeados de pinos nos damos cuenta de que estamos a comienzos de Abril y hace fresco así que se decide parar para ponerse algo de ropa ya que los brazos se quedan helados. En un principio se quería ir por las zetas y bajar por el "cansaburras" pero en el último momento nos desviamos hacia un hayedo, ahora sin hojas precioso, por el cual ya hemos venido en varias ocasiones. Aquí hay que subir por una senda y luego salvar un fuerte repecho. Nos damos cuenta de que las fuerzas estás haciendo fondo pero nos queda un descenso rápido por una pista la cual nos lleva a la carretera y de seguido a Palazuelos. Dos de nuestros compañeros aquí deciden coger el coche de apoyo que se había dejado el día de antes y volver a Burgos, pero solo Miguel Ángel y yo decidimos volver por carretera para ir avanzando con velocidad, y así los dos de nuevo con plato grande emprendemos el viaje. 
Vamos comiendo kilómetros y vamos pasando por distintas localidades y cual es nuestra sorpresa, que al llegar a San Millán de Juarros vemos a dos de nuestros compañeros de los cuales nos habíamos separado en Pineda. Nos dicen que han tenido un percance y dos de ellos han caído al suelo, con tal mala suerte que nuestro compañero Victor es el que se ha llevado la peor parte. No obstante ha sido recogido por el coche de apoyo y trasladado a Burgos con la mayor brevedad posible. Desde aquí dar fuerzas y ánimos a nuestro amigo para una pronta recuperación. Desde aquí los 4 vamos tranquilamente hacia Burgos ya con ganas de ir terminando la jornada. Según vamos llegando a la fuente del prior es hora de las despedidas para que cada uno coja su camino hasta su casa. Una buena, bonita y dura ruta la que nos ha salido hoy y es que no importa lo que se haga ni lo que cueste, siempre y cuando estés en buena compañía todo se hace más fácil y llevadero. Gracias chicos!!.

Fecha:  13 de Abril de 2013.
Distancia:  131 km.
Desnivel acumulado subiendo:  2150 metros.
Tiempo empleado:  11,40 min. (incluye paradas).
Dificultad física:  Muy alta.
Dificultad técnica:  Baja-media.
Indice IBP:  182 MTB.

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miércoles, 17 de abril de 2013

Los domingueros

Me dispongo a afrontar el último día de esta semana de vacaciones, pero no antes sin hacer mención a la salida que tuve con algún miembro del Burgos MTB ayer sábado por el camino santiago hasta San Juan de Ortega. Donde siguiendo la tónica de la semana nos llovió e hizo bastante aire. Pero hoy domingo se afronta el día de otra manera, se ha hecho una ruta que sea por aquí cerca de la ciudad sin tener que alejarnos demasiado ya que hay compromisos familiares y hay que acudir a ellos. Tras una semana de duro entrenamiento donde he descansado poco noto que mis piernas están muy cargadas así que me planteo no forzar mucho para evitar posibles roturas y lesiones. Nos hemos reunido 3 valientes con muchas ganas de afrontar esta jornada dominguera y las 8.30 horas de la mañana con las temperaturas bastante bajas comenzamos a rodar desde el punto de partida que es la fuente del prior. Vamos por el ya conocido carril bici y llegamos a fuentes blancas donde nos dirigimos hacia el club de tenis para así subir por la senda que hay bastante empedrada. Nos adentramos en una zona bonita de sendas serpenteando entre encinas y posteriormente a otra más entre pinos donde el terreno está algo delicado y hay que extremar la precaución para no dejar los dientes contra un pino.
Una vez salimos del bosque de pinos continuamos recto por una pista la cual se nos pone cuesta arriba, la intención es salvar una zona de mucho barro y así llegamos tras un rápido descenso a Cardeñadijo. Nos dirigimos hasta la vía verde para comenzar a rodar en sentido Modúbar pero antes de llegar al famoso túnel giramos a la izquierda para ascender nuevamente. Tras coger un poco de pista y desviarnos por un sendero entre robles bastante divertido nos adentramos en un camino en muy malas condiciones debido al barro y el agua, pero no nos hace perder demasiado tiempo y unos metros más adelante giramos para llegar así a la urbanización de Valmoral, donde descendemos por una de sus calles y comenzar así a subir un fuerte repecho que nos llevará a pasar por las calles de Cardedo de Burgos.
Durante unos minutos vamos rodando por pistas hasta acercarnos a las inmediaciones del monasterio de San Pedro de Cardeña donde cogemos un camino divertido que nos lleva al descenso por una senda, la cual se disfruta. La diversión termina poco y comenzamos de nuevo a dar pedales de forma ascendente por pistas hasta llegar aun gran repecho donde tenemos que sacar todas las fuerzas necesarias para hacernos con él. Debido a la gran cantidad de agua caída el terreno está especialmente delicado ya que las piedras resbalan mucho y pierdes tracción a la hora de subir. Una vez arriba tenemos que sortear una zona cubierta de agua pero que no nos hace detenernos. Lo que si nos detiene es un pequeño problema mecánico que sufro en la entrada ala senda de los pastores donde velozmente descendemos por ella. Una vez abajo, nos damos cuenta de lo amable y educada que es la gente, es mi forma irónica de decirlo de algún modo sin perder la educación. Los dueños de las fincas colindantes al camino han abierto surcos desde sus tierras de cultivo hasta el camino para así quitar la gran cantidad de agua que tienen y que toda vaya al camino. Parece que estamos rodando por un arroyo.
Una vez salido de este percance comenzamos a subir de nuevo, toca una sucesión de subidas y bajadas que nos llevarán a lo que la gente denomina el mirador de Espinosa de Juarros, donde perfectamente se ve el pueblo y la cantera. Salimos hasta la casa del monte donde cogemos dirección Burgos para después de varios metros desviarnos por el camino del Cid. Antes de llegar a Modúdar de San Cibrián tenemos que sortear una zona de fango y lodo donde nuestro compañero Luis tuvo un percance con ello y no le quedó más remedio que meter toda la mano y el pie en un pequeño arroyo que hay formado. En dicha localidad ,buscamos una fuente y decidimos hacer un alto en el camino para así poder comer algo. La temperatura se ha suavizado pero aún así no es que haga demasiado calor.
De nuevo nos ponemos en marcha para ir por donde hay unos caballos y comenzar a subir de nuevo hasta volver al camino real, donde sin girar a ningún lado seguimos rectos buscando un camino que hay entre encinas el cual nos lleva a un tramo rápido con una bajada. Decido desviarme del camino para bajar hasta Cueva de Juarros por una torrentera de un arroyo que todos mis compañeros desconocen. El cominzo está lleno de agua y temo que les he conducido a una trampa, pero no es así, ya que a los pocos metros el agua se queda a un lado podemos seguir sorteando piedras y salvando grandes saltos sin la necesidad de mojarnos. Una vez en Cueva, rodamos rápidos por la carretera hasta Cuzcurrita donde vuelvo a decidir en última instancia el continuar por carretera hasta Espinosa de Juarros. Nos encontramos en la parte inferior de un valle, así que toca subir. La subida es dura, con fuertes rampas y un terreno un tanto complicado ya que tienes que ir bien por la trazada sin desviarte mucho de ella. De nuevo arriba nos encontramos en que tenemos que rodar por el mismo sitio que antes pero en sentido contrario, todo es para enlazar un camino, pero una vez cogido tenemos la gran sorpresa que nos encontramos con el rebaño de ovejas de la casa del monte, donde el pastor está en el camino con sus dichosos perros los cuales de nuevo nos ladran con la intención de no dejarnos pasar. A ritmo tranquilo y gritando a los perros conseguimos pasar para así coger de nuevo una bajada con varios saltos donde se disfruta mucho. Nada más llegar abajo, y sin tener que cruzar un río seco, viramos a la izquierda para de nuevo y entre encinas volver a subir.
De nuevo arriba damos por finalizadas todas las subidas de hoy y solo queda rodar y descender así que subimos el ritmo considerablemente y entre encinas en un constante zig-zag  llegamos a una carretera, la cual se decide descender por ella para así coger el camino de la cerca Santa Eugenia que nos lleva a pasar por San Medel. El camino del río, bien conocido por todos nos acerca al fin de la ruta de hoy en la que hay que ir a lavar un poco las bicis. El camino de regreso a casa es cómodo y tras las oportunas despedidas se da por concluída la ruta dominguera de hoy, la que está constantemente subiendo y bajando.



Fecha:  7 de Abril de 2013.
Distancia:  74 km.
Desnivel acumulado subiendo:  990 metros.
Tiempo empleado:  6 horas. (incluye paradas).
Dificultad física:  Media-alta.
Dificultad ténica:  Baja-media.
Indice IBP:  86 MTB.

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domingo, 14 de abril de 2013

Directos al infierno

Estamos a mitad de semana, el tiempo no da una tregua y amenaza lluvia a partir de la mitad del día en adelante. Al ser jueves, y yo seguir de vacaciones, solo he podido quedar con Fernan que se ha escapado del trabajo un rato para dar pedales conmigo hasta donde decidamos ir. Los dos juntos quedamos en la fuente del prior a las 8,30 de la mañana con la intención de poder legar a una hora prudencial a nuestros domicilios. He planificado una ruta que aunque es por sitios ya rodados nunca había hecho esta variante.
Comenzamos a rodar y pronto nos encontramos con la primera subida del día, suave y de buen firme pasa rodeando la cartuja de Miraflores para así llegar a las inmediaciones de Cortes. Cogemos durante un par de kilómetros el camino del destierro del Cid hasta que llegamos a un desvío con la intención de subir a los molinos de Carcedo, ya que hace unos meses entró una máquina en el camino y en vez de arreglar una subida que hay, la ha dejado hecha una porquería donde la bici se queda pegada y no hay manera de subir por ella. Una vez arriba y entre molinos vamos rodando por pistas las cuales nos lleva a pasar por las calles vacías de Carcedo de Burgos. Unos metros por carretera para desviarnos de nuevo a otra zona de molinos los cuales y tras pasar por un camino bastante pedregoso nos lleva a enlazar a el camino real. Al llegar a la casa del monte, vemos a un convoy militar desplegando sus soldados. Ataviados con todo el equipo a la espalda y con un mapa en la mano se ponen en camino a no se donde, nosotros les vamos rebasando  sin ningún tipo de problemas.
Nos vamos encontrando pequeñas acumulaciones de barro pero que se pasan sin ningún tipo de problemas, lo que si que nos damos cuenta es que hay demasiados charcos, y es que después de tanta agua caída el suelo no puede filtrar más y se va quedando en la superficie. En algunos puntos está delicado el seguir rodando. En las cercanías del robledal de Palazuelos debemos abrir una puerta la cual nos lleva a dicho robledal donde el ganado a dejado el camino echo una porquería. Llegamos a dicho pueblo y nos tenemos que detener en la fuente para limpiar la cadena de la bici y engrasarla un poco y ya de paso tomar algo caliente en el bar.
Salimos de dicho establecimiento y al mirar al cielo vemos que hoy nos tocará sufrir un poco pero estamos dispuesto a ello, ya que nadie a dicho que esto era fácil, porque si lo sería se llamaría fútbol. Rodamos unos metros por carretera para así coger un desvío previa apertura de vaya donde el camino coge pendiente hacia arriba entre un pequeño robledal. El ritmo es bueno y las piernas me responden bastante mejor de lo esperado, es una subida dura pero he cogido una frecuencia de pedaleo rápida y cómoda y se van comiendo los metros fácilmente. La niebla se nos ha echado encima y con ella la bajada de las temperaturas y la aparición de una ligera llovizna que no nos impide el seguir disfrutando de la ruta. Nos adentramos en un hayedo, en estas fechas deshojado por completo para seguir nuestro camino, el cual se hace duro por el estado del terreno, está muy pesado por la gran cantidad de agua y humedad que hace que las ruedas las cueste girar. Al salir de dicho hayedo nos detenemos para comer algo ya que ha comenzado a llover con más fuerza. Nos encogemos sobre nuestras bici y seguimos adelante como se puede. Poco después comienza la ascensión por un cortafuegos de fuerte pendiente y de dureza alta donde el agua nos da d costado con un fuerte viento. Llegamos al descanso que hay después de su primera rampa para encarar la segunda, la cual es más fácil y asequible donde se sube más cómodo y así avanzar hacia el punto geodésico de el pico La Cerca (1670 metros). Sin detenernos encaramos el descenso el cual los primero metros son muy complicados por la gran acumulación de piedras pero salvado este escollo la velocidad que se coge es alta, siempre manteniendo el control de la bici. Curvas cerradas y grandes rectas hacen que nos acerquemos a donde hay ganado, el cual está por el camino y tenemos que tener cuidado. Así y en un espacio corto de tiempo llegamos a Urrez donde decidimos hacer de nuevo un alto y tomar algo caliente.
La lluvia no cesa de caer, y con fuerza y en un acto de valentía o de locura decidimos salir y rodar rápido hasta Burgos y nos ponemos en camino. Cogemos carretera que baja de Urrez hasta enlazar la vía verde que nos lleva a Arlanzón donde comenzamos a rodar todo lo rápido que podemos por la carretera. La lluvia sigue cayendo y nos comienza a calar toda la ropa que llevamos puesta, las manos comienzan a quedarse frías y los pies empapados. Solo tenemos ganas de llegar a casa. una vez en Ibeas seguimos por la carretera y desechamos el ir por el camino de grava paralelo así rodamos más rápido. Al llegar a la al tura de La Ventilla la lluvia deja de mojarnos, pero ya es demasiado tarde, entumecidos por el frío y el agua nos despedidos Fernan y yo y cada uno coge su camino a casa, donde al llegar y debido al frío se me complicó mucho el poder abrir la puerta.




Fecha:  4 de Abril de 2013.
Distancia:  74 km.
Desnivel acumulado subiendo:  960 metros.
Tiempo empleado:  6,30 horas.(incluye paradas).
Dificultad física:  Media-alta.
Dificultad técnica:  Baja-media.
Indice IBP:  96 MTB.

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*--ÁLBUM DE FOTOS DE LA RUTA.

martes, 9 de abril de 2013

Ascensión al Pico Trigaza

Después de la pedazo de ruta de ayer martes en la que hicimos 118 kilómetros, hoy toca algo más tranquilo para relajar músculos.He convencido a una buena amiga en que me acompañe a visitar los pantanos de Burgos y así poder tirar alguna foto. La mañana ha amanecido clara y despejada, no como el día anterior, la temperatura no es mala y corre un ligero viento pero que no es molesto ni frío. Nos desplazamos con el coche hasta el primero de nuestros destinos, el pantano de Úzquiza, donde estacionamos el vehículo y comenzamos a caminar por el paseo hasta la torre de control del pantano. Vamos echando fotos a un lado y a otro y es que el día es esplendido.
Al levantar la cabeza y mirar al horizonte veo una montaña con su cumbre nevada y se visualiza el camino de subida, como va trepando por la falda de la montaña con sus curvas en "zeta". Tengo delante de mi, el pico Trigaza, segundo pico más alto de la provincia de Burgos. Solo se me ocurre la brillante idea, debido al gran día que nos está haciendo, en comentar a mi compañera que si la apetece subir y así ella lo conoce, que nunca ha estado y me responde con una afirmación, así que pronto nos ponemos en marcha. Como es algo más de mediodía he decidido subir con el coche hasta la caseta de los ingenieros, donde hay una antenas de comunicación. El camino, que aunque tiene pinta de estar asfaltado, tiene muchos agujeros y se hace una auténtica prueba de obstáculos el poder ir ascendiendo. Nos vamos deteniendo para contemplar el paisaje que tenemos a nuestros pies y así mi acompañante poder maravillarse de las vistas. La montaña es traicionera, cambia a su antojo, si bien ayer en la zona donde nos encontramos había una niebla densa que no dejaba ver nada, hoy el día es claro completamente como si de un día de verano se tratase. Paramos el vehículo en la caseta citada anteriormente y contemplamos las vista que tenemos a nuestros pies, donde se ve perfectamente el pantano de Úzquiza, todo el valle de Santa Cruz y las sombras de lo que son unos hayedos, hoy desnudos por el invierno pero que pronto florecerán. Desde aquí hay unas vistas espectaculares y se puede aprovechar a subir al balcón de la casa para poder contemplar todo desde aquí. En la puerta de entrada es curioso lo que vemos, todavía hay un belén navideño en minuatura que alguna buena persona lo subió hasta aquí pero ha olvidado recogerlo. También vemos a un operario trabajar en las antenas que hay de comunicación, el cual se nos queda con cara de asombro cuando nos vió subir con el coche hasta este preciso lugar.


Poco después y tras tirar bastantes fotos por todos los lados, nos montamos un momento en el coche para acercarnos así hasta la cadena que corta el paso para seguir ascendiendo y es que solo la puede quitar el guarda cuando sube hasta el refugio, que sobre todo es en verano. Nos ataviamos con ropa, guantes, gorro y los bastones para comenzar así la ascensión de los últimos kilómetros.Los primeros metros los hacemos resguardados del aire, pero es al dar una curva en "zeta" cuando vemos que toda poca ropa es poca. Aunque este aire gélido dura poco, porque de nuevo al seguir ascendiendo nos protege la misma montaña. De pronto nos encontramos con ventisqueros que han depositado toda la nieve posible en el camino habiendo en algún tramo más de  medio metro de nieve. Intentamos no pisar demasiado la nieve, lo cual nos retrasa bastante en la subida. Cada vez el camino está más nevado, la temperatura ha bajado considerablemente, aunque no hace mucho frío. A falta de poco metros ya no se ve el camino, solo hay una pequeña sendita para seguir ascendiendo ya que el resto del camino está cubierto por un gran manto de nieve. Se comienza a ver cerca el refugio del guarda y vemos que el camino a desaparecido por completo por la gran cantidad de nieve que hay, y es que por algunas zonas hay mas de un metro de nieve acumulada. Aquí si que hace frío, viene un aire muy gélido el cual hace que la cara te duela del frío, te corte la respiración y las manos comiencen a quedarse heladas. Se puede contemplar toda la sierra de la demanda, se distingue el pico San Lorenzo, montaña riojana, la más alta de la demanda, la sierra del Mencilla y el Mogosa. El pico San Millán y los otros dos alturas de Las Trigazas ya que son tres sus cumbres. Nosotros nos encontramos en la más baja de todas ellas, a 2035 metros de altitud donde se encuentra un buzón de montañismo, la caseta del guarda y el punto geodésico. Luego está el Trigaza Medio con 2050 metros de altitud y el Trigaza Alto, con sus 2078 metros sobre el nivel del mar, donde hay una curiosa escultura hecha con su correspondiente buzón.

Cuando ya no podemos aguantar más el frío y el aire comenzamos a descender el cual se hace rápido y fácil. En unos minutos nos ponemos en el coche para en caminar la bajada final hasta la carretera que nos lleva de nuevo hacia la urbe.
Ante todo y sobre estas líneas, quiero dar las gracias a mi compañera de excursión por su agradable compañía y por haberme aguantado durante gran parte de la mañana que se que no es fácil. Muchas gracias por todo.



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sábado, 6 de abril de 2013

Por la Sierra de la Demanda y los Montes de Oca.

En el transcurso de la salida rodadora de el sábado, me comenta mi compañero J.C que tiene intención con algún compañero más de salir y hacer una ruta bastante larga, pero a su vez tomandosela con mucha tranquilidad para poder concluirla. Y como no, me apunto a ella aprovechando mi semana de vacaciones en el ámbito laboral. Para este día tenía otros planes pero esta ruta me motiva más. Me comenta la intención que tiene y me ofrezco a preparar dos variantes muy parecidas pero con la gran diferencia que de una a otra hay bastantes metros más de ascensión acumulada y el inconveniente de no saber lo que nos podemos encontrar.
En un principio confirmamos la asistencia de 4 los que vamos a ir, pero a última hora nuestro amigo Luis se anima a venir con nosotros, y es así que nos hemos juntado 5 bikers de los cuales 2 están de vacaciones, otros 2 en el paro y uno más en ere. La hora acordada es a las 8 de la mañana en la pasarela peatonal del río a su paso por La Ventilla, previamente se ha quedado antes para ir juntos y agruparnos ahí. Sabemos que nos espera un día largo pero no por ello nuestro humor desaparece y así entre risas y buen rollo comenzamos a pedalear todos juntos rumbo a nuestro objetivo, que no es otro de concluir la ruta programada. El ritmo es tranquilo y vamos entrando en calor, el río Arlanzón nos acompaña  ya que vamos subiendo por el camino paralelo a el, cruzamos a la otra orilla por el punto nuevo de madera que hay en el término municipal de Cardeñajimeno. Poco a poco vamos cogiendo la postura en la bici y así llegamos a San Medel para continuar y en breve pasar por la calles de San Millán de Juarros donde enlazamos un par de kilómetros por carretera para tener el primer contacto con el monte de verdad, ya que notamos que el camino esta muy pesado debido a la gran cantidad de agua que ha caído y vemos que se ha formado un pequeño arroyo por dicho camino. En última instancia se decide cambiar la ruta diseñada para así salvar un trozo donde seguramente habría mucho barro, así que por ello comenzamos a subir una ligera cuesta donde nuestro compañero Carlos comienza a tener problemas mecánicos con el cambio trasero de su montura y tras un breve parón vemos que una de las roldanas del cambio se ha roto y decide darse la vuelta y así poder acudir a arreglar la rotura.

Con un miembro menos seguimos avanzando para adentrarnos por un bosque de pinos donde tras rodar a buen ritmo descendemos por un camino medio asfaltado y con muchos agujeros que nos lleva hasta la depuradora de Arlanzón donde enlazamos la vía verde del ferrocarril dirección Pineda. Se pone un ritmo bastante bueno para ir rodando por un terreno que aunque pica hacia arriba siempre dan ganas de ir más deprisa. Hay varios caminos que nos llevan a Villasur de Herreros pero nosotros cogemos el segundo que nos encontramos al cruzar la carretera que sube a Urrez. Un descenso rápido donde nos vamos dando cuenta que hay que extremar las precauciones ya que el agua está rompiendo bastante los caminos. De seguido entramos por las calles de Villasur donde decidimos hacer un alto y así poder tomar algo caliente en el bar. La grata sorpresa es que nuestro compañero Carlos, el que se había tenido que ir por un problema mecánico esta de regreso hacia nosotros pero le hemos comentado que no se desvíe de la carretera y que pronto volveremos a contactar con el. Nosotros mientras tanto seguimos el camino programado pero al poco de salir del pueblo y pasando el río nos tenemos que detener por un problema mecánico de uno de nosotros donde la avería en sí nos supone un largo retraso ya que tuvimos que desmontar toda la dirección de la bici. Arreglado todo esto comenzamos a rodar por la carretera la cual se empieza a poner cuesta arriba y es así cuando pasmos por el pantano de Úzquiza y vemos la gran cantidad de agua que se ha acumulado en estos últimos meses. En un desvío un poco más arriba comenzamos a ascender de nuevo por camino y nos adentramos en los montes de Oca, rodeados de pinos y rodando por cómodos camino vamos comiendo kilómetros para así enlazar con el GR-82 en su tercera variante. Siguiendo las marcas rojas y blancas descendemos hasta Alarcia, donde hacemos un alto para preocuparnos por el amigo que está a nuestro encuentro, el cual vía telefónica nos dice que está a unos pocos kilómetros. Decidimos que la parada sea alargue para que se nos una a nosotros y mientras tanto hacemos acopio de algo de comida que siempre viene bien.
Una vez reunidos de nuevo los 5, y habiendo felicitado a nuestro compañero por la hazaña realiza, nos ponemos en camino de nuevo rodando varios kilómetros por la carretera hasta coger el desvío a la derecha. El camino se empieza a poner cuesta arriba ya que comenzamos a subir la famosa y conocida subida al pico Trigaza, la cual muchos ya conocen y son sus primeras rampas las que hacen que tengas que sacar lo mejor que llevas dentro para seguir avanzando sin perder rueda. La subida tiene varios descansos donde se puede recuperar el aire pero duran poco. Vamos ganando altura y la sensación térmica baja bastante y a todo se nos une la caída de nieve tímida la cual hace que pensemos que nos estamos metiendo en la boca del lobo. La niebla que nos rodea nos impide ver con todo su esplendor el paisaje que nos rodea. Sin llegar a la caseta de los ingenieros nos desviamos a la izquierda para comenzar un descenso rápido y delicado, donde la gran cantidad de hojas caídas en el camino hacen que peligre tu estabilidad encima de la bici, pero podemos maravillarnos de lo que nos ofrece la madre naturaleza y son unas preciosas cascadas formadas por el deshielo y la gran cantidad de agua caída durante estos días de atrás. Una sucesión de curvas en horquilla, y unos pasos de agua complicados por los cuales puedes salir despedido por encima de la bici hacen que lleguemos a Santa Cruz del Valle Urbión. Sin detenernos demasiado cruzamos la carretera y cogemos una camino asfaltado que nos lleva a Garganchón lugar donde hacemos un alto en el camino para comer algo y así poder descansar un poco.
Después de una parada no demasiado larga comenzamos a dar pedales, el cansancio se empieza a notar y es que ya llevamos bastantes horas encima de la bici. A la salida del pueblo tenemos una pequeña equivocación y es que cogemos el camino erróneo pero pronto enlazamos con el bueno y es que los primeros metros son cuesta arriba con una fuerte pendiente y el camino muy roto y con mucha piedra que hace que tengas que sacar toda la destreza posible encima de la bici. Ya en un buen firme decidimos coger una variante al camino programado pero que poco después nos llevará a el, así nos quitamos una fuerte rampa, y poder disfrutar de el cañón por el que subimos entre robles.
 Al volver al camino correcto nos encontramos con varios tramos con una fuerte pendiente y con mucha piedra. Se intenta subir pero las fuerzas ya no son las que eran y pronto vamos echando el pie, algún valiente sube más que ninguno pero al final todos andando. Metros más adelante ya se puedo volver a montar en la bici y seguir subiendo por una pendiente más suave a las anteriores. Una vez en el alto del páramo comenzamos a pedalear por caminos anchos pero llenos de auténticas balsas de agua donde a veces no sabes por donde ir para pasar el gran charco. El terreno esta muy pesado y es que a la gran cantidad de agua hay que sumarle el barro que aunque no es del pegajoso pero si es del que te deja clavado en el camino. Nos adentramos de nuevo entre pinos y robles y ya se empieza a ver quien esta fuerte y a quien las fuerzas le están dejando mermado, pero hemos venido a pasarlo bien y la cabeza va parando para agruparnos poco a poco. Tras pasar un tramo complicado por el agua donde en cuanto te salías de la trazada se iba la bici donde quería, llegamos a las inmediaciones de la presa de Alba donde nos acercamos a verla y así disfrutar de sus vistas y sobre todo el que nunca ha estado aquí. Pronto volvemos por nuestros pasos para adentrarnos en un precioso hayedo, aunque ahora desnudo sin hojas y así descender con cuidado debido a que patina mucho. Nos detenemos en una fuenta a descansar y reponer agua donde enseguida retomamos el camino. Comenzamos así el último tramo del día con una subida por asfalto la cual nos lleva a un lugar privilegiado donde podemos ver la presa de Alba desde otro punto de vista. Una vez reagrupados comienza un repecho que aunque es corto se hace duro por el estado del suelo y los kilómetros acumulados. Volvemos a adentrarnos en los montes de Oca pero esta vez para ir buscando el camino de Santiago. Una vez en el y con el terreno a favor se pone un ritmo fuerte para ir descendiendo cómodamente por una pista hasta llegar al bonito pueblo de San Juan de Ortega, donde nuestro compañero M.A nos está esperando desde hace algún rato, y es que salió a nuestro encuentro.
A falta de poco kilómetros decidimos bajar hasta Santovenia de Oca por carretera para coger el camino que va paralelo a la carretera, en el cual se vuelve a poner un ritmo fuerte pero las fuerza ya fallan y no se puede pedir mucho más al cuerpo, el cual nos ha aguantado bastante bien a todos y no hemos tenido problemas en terminar con la ruta. Después de lavar las bicis y tomar algo nos despedimos hasta la próxima ruta.




Fecha:  2 de Abril de 2013.
Distancia:  118 km.
Desnivel acumulado subiendo:  1715 metros.
Tiempo empleado:  12,25 min. (incluye paradas).
Dificultad física:  Muy alta.
Dificultad técnica:  Media.
Indice IBP:  161 MTB.

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